viernes, 16 de agosto de 2019

Tapeo Gracia (2019)



Otro post recuperado tras más de un año de la visita al restaurante.

En plenas fiestas de Gracia del pasado año, cuando aún había inmensos gentíos por las calles de la Vila, en aquellos tiempos pre-pandemia que parecen tan lejanos ahora, se nos hizo algo tarde para cenar y terminamos en esta sucursal del afamado Tapeo, escindida del local original de la calle Montcada, siempre abarrotado de guiris, seguramente los mejor informados de los que pululaban por el Born, y posiblemente también de los que se dejan seducir por el nombre del local, y a los que seguramente les extraña que no hay espectáculo de tablao en el restaurante, pero es el doble filo de ponerle un nombre tan cañí a tu restaurante.

La verdad es que sin haber leído las positivas críticas de Ricard Sampere en su blog seguramente no hubiera entrado jamás, y es que cada vez que pasaba por su local del Born y lo veía repleto de turistas, pensaba que se trataba del típico sitio para ellos, con cuatro tapas, paella y sangría, ¡y más con ese nombre! Pero no es así, se trata de un muy buen restaurante de tapas, o platillos que dicen hace un tiempo, muy bien elaboradas en un ambiente muy agradable, y más en el local de Gracia, no tan explotado como su congénere del Born.

En la mesa nos encontramos con unas propuestas de temporada, aunque luego el camarero añadió otras sugerencias del día, además de la carta propiamente dicha.

Para empezar pedimos un poco de pan con tomate, que estaba bueno, pero lo de los precios del pan nos lo tendríamos que empezar a hacer mirar, y eso que este sitio no es de los más sangrantes.

Casi a modo de aperitivo tomamos 2 bombetas de la Barceloneta, muy bien ejecutadas, aunque algo pequeñas para mi gusto.

También eran pequeños los mini-buñuelos de bacalao, pero ya veníamos avisados por el enunciado del plato. Otra tapa clásica muy bien resuelta.

La sardineta frita no estaba mal pero tampoco tiene gran misterio, la acompañaron de una especie de mayonesa con sésamo que no nos emocionó.

De las propuestas del día elegimos unas setas (diría que eran ceps) con huevo, de las que no recuerdo nada más que nos encantaron, pero a mí las setas me chiflan todas, y más, si como era el caso, están tan bien hechas.

Como postres tomamos el surtido de quesos, de los que no recuerdo su composición, y que ahora en la imagen veo que venían acompañados por picos y por un poco de algún tipo de mermelada, o tal vez fuese membrillo, pero es que los dulces no me gustan demasiado con los quesos, aunque para eso está mi compañera, para que haya gente para todo.

Nuestros ya clásicos cafés con hielo.

Veo en la cuenta que para beber tomamos un par de copas del xarel·lo de Agustí Torelló y otra de un verdejo llamado K-Naia, además de una botella de agua, y el total ascendió a algo más de 28€ por persona.
El sitio nos gustó mucho, tanto el ambiente, como la comida, como el servicio, todo a muy buen nivel, y más sin las aglomeraciones de público del local original, y evidentemente eso es algo que se paga en la cuenta final, pero creo sinceramente que vale la pena.


Tapeo (de Gracia)
c/ Topazi, 8
08012 Barcelona
tlf 938 099 547 (mejor reservar)
de martes a domingo de 12 h a 16 h. y de 20 h. a 24 h


viernes, 26 de abril de 2019

Bar del Pla (2019)


Otra reseña que lleva meses injustamente en el cajón, y que ve la luz más de un año después de la visita, y de la que no tengo demasiadas notas escritas, por lo que se basará en los recuerdos y en lo que ponga la cuenta.

Se trata de un bar de tapas clásico y muy concurrido, por lo que se hace imprescindible la reserva previa si se quiere acceder a alguna de sus mesas o de los codiciados taburetes de su barra.

La puesta en escena es sencilla, como la de cualquier bar de tapas, aunque luego esa sencillez se verá desmentida por la presentación y calidad de sus platos.

Pedimos un poco de pan con tomate (en la foto se ve la mitad de la ración) para empezar y para acompañar. La verdad es que estaba muy bueno, pan de tipo coca muy bien untado con un buen tomate y abundantemente regado con aceite, pero ya puede estar bueno si te cobran 3,60€ por cuatro trocitos.

La coca de sardinas nos gustó mucho, aunque recuerdo que tuvimos cierta dificultad al partirla, debido a la crujiente pero frágil base sobre la se sustentaba.

Seguimos con el tartar de atún, también muy bueno.

Nos sorprendió el carpaccio de champiñones con vinagreta de wasabi, muy buena combinación, en la que personalmente me sobraban las fresas, pero en la que brillaba la estupenda vinagreta de wasabi.

Diría que fuera de la carta habitual, en una especie de apartado de platos del día, vimos estas alcachofas y cocochas y decidimos pedirlas. ¡Gran acierto! Magnífico guiso de los citados componentes con una sabrosa salsa que nos obligó a pedir pan para rebañar el plato.

No pedimos postres y terminamos con un par de cafés con hielo. Para beber tomamos una copa de vino blanco, una de cerveza y un agua, y el total ascendió a algo más de 30€ por cabeza. Todos los platos estaban muy buenos y se veían bien trabajados y presentados, con buenas combinaciones y variedad de ingredientes adicionales no anunciados en los simples enunciados de los platos (a veces para bien y a veces para mal, según las filias y fobias de cada uno), pero me pareció caro para lo que comimos, ya que sólo fueron cuatro platillos de tamaño no muy grande y tampoco bebimos demasiado.
En resumen se trata de una especie de bar de tapas premium, con muy buenos platos servidos en un ambiente tabernario que le da una pátina de autenticidad, pero a unos precios subidos al nivel adquisitivos de los turistas que mayoritariamente pueblan sus mesas, con la adición esa noche en concreto de algún espécimen local, con pinta de habitual por las familiaridades que se tomaba con el servicio, de esos que quieren que el resto de comensales "disfruten" de su conversación , con el efectivo método de mantenerla a grito pelado con el compañero que tiene a un palmo. Supongo que tuvimos maña suerte con la compañía.

Bar del Pla
http://www.bardelpla.cat/
c/ Montcada 2
08003 Barcelona
93 268 30 03 (imprescindible reservar)
De lunes a jueves de 12 a 23 h, viernes y vísperas de festivo hasta las 24h

sábado, 30 de marzo de 2019

Casa de Tapas Cañota (2019)


De nuevo se celebraba en Barcelona la ruta del bacalao patrocinada por la cerveza Inedit y, en esta ocasión, convivían la propuesta de menús completos con la opción de hacer sólo una tapa. En parte porque nos hemos mayores para ciertas cosas, y en parte por el agobio de esa época particular que vivíamos personalmente, decidimos ir únicamente a probar alguna de las tapas que nos hicieran más tilín.

Una de las que más llamó nuestra atención, tanto por la tapa en si, como por el local que hacía la propuesta, fue la tortilla de bacalao de la Casa de Tapas Cañota, restaurante al que no habíamos ido nunca, pero del que habíamos oído hablar maravillas. Así que, aprovechando un sábado que íbamos en coche por unas gestiones previas, nos desplazamos a la parte alta del Paralelo hasta el hermano menos rico (decir pobre me parece del todo inadecuado) del grupo Iglesias, del que forma parte junto a los más reconocidos (y más caros) Rías de Galicia y Espai Kru.

En un principio sólo pensábamos tomar la tapa y luego buscar algún otro sitio para cenar, por lo que, dado que estaba poco menos que desierta, nos sentamos en su terraza a degustarla tranquilamente a pesar que no era aún tiempo de terrazas. Mientras esperábamos nos dio por mirar su carta y tras la pertinente consulta al amable personal, nos apuntamos a la lista de espera para entrar a cenar dentro del local, ya que el tiempo cada vez acompañaba menos.

La tapa era una estupenda tortilla de bacalao, de buen tamaño para tratarse teóricamente sólo de una tapa, muy jugosa y realmente sabrosa, ¡de diez!

Al poco tiempo de terminar la tapa, nos dijeron que ya teníamos mesa en el interior, y para allá que nos fuimos. Tras unas dudas iniciales al hacer la comanda, empezamos con una estupenda ensaladilla rusa, de gran nivel, una de las mejores que hemos probado fuera de casa.

Seguimos con sus patatas bravas, que no son fritas sino al horno, y con unas salsas muy conseguidas.

Nos dio un antojo y pedimos 4 zamburiñas a la plancha, muy ricas, pero es que desde que descubrimos este molusco nos hemos vuelto adictos a él.

Siguiendo en el apartado moluscos, pedimos esta cazuela de mejillones, más terrenal pero también nos gustaron mucho. 

Y para terminar la parte salada, pedimos los muslitos de codorniz en escabeche. En la carta vienen anunciados como sabrosos, diminutos y adictivos, y aunque no llegaría a aceptar la última calificación, sí que estaban muy buenos, en un interesante escabeche.

Como postres pedimos el llamado gran flan de huevo, que se supone que es para dos personas dado su tamaño, mayor de lo habitual. Sencillo y más que cumplidor.

Además de las Inedit que venían con la tapa del principio pedimos una cocacola y un par de copas de cerveza, más nuestros habituales cafés con hielo para terminar, lo que supuso que la cuenta ascendiese a 37€ exactos por persona, más la propina. Comimos mucho y muy bien, ya que al final, y contando las 2 tapas del inicio, dimos cuenta de 7 tapas o platillos entre dos personas, que no está mal, y todo estuvo a un nivel alto o altísimo.
A destacar el robo a mano a armada que me parece lo del pan con tomate, algo tristemente muy habitual en esta ciudad nuestra últimamente, y es que nos cobraron 1,80€ por cada media llesca de pan de pagés tostado, que venía acompañado por unos tomates, magníficos eso sí, para que los untásemos nosotros mismos.

Como conclusión, es un muy buen sitio para ir a tomar tapas, sencillas o no, que también tienen cosas más creativas en la carta, realmente bien elaboradas y con muy buenas materias primas, pero evidentemente eso tiene un reflejo en la cuenta final, y ya es cuestión de cada uno decidir si le vale la pena o no. 
La verdad es que la mayoría del público que había la noche en cuestión tenía pinta de turista, y creo que es el principal consumidor de este tipo de sitios, a los que no meterías ni con calzador en la tasca cutre de tu barrio donde hacen más o menos lo mismo por menos de la mitad de dinero, pero eso sí, con ni una pizca del glamour y, porque no decirlo, con también una fracción de la limpieza que hay en esta casa de tapas venida a más. Uno sitio para llevar a tus parientes o amigos venidos de fuera para enseñarles lo que son las tapas españolas y encima quedar muy bien.

Casa de Tapes Cañota
https://casadetapas.com/
c/ Lleida 4
08004 Barcelona
933 25 91 71
de 13 a 16 h y de 19:30 a 24 h, domingo noche y lunes cerrado

sábado, 2 de marzo de 2019

La Tapadera (Sitges) (2019)


Comida para 4 adultos y una niña de poco más de 2 años, que lo probó casi todo.

Les hicimos una visita a nuestros amigos de Sitges, y cuando llegó la hora de comer nos llevaron a un restaurante japonés situado en los bajos del Nieuw Amsterdam, un local habitual en nuestras rutas de tapas por la población, que además nos ha acogido en otras muchas ocasiones, incluidas no pocas sobremesas alcohólicas tras nuestros periplos ruteros.

Creo que nuestros amigos nos comentaron que comparten propiedad con el local del piso superior, y aunque hay platos tradicionales de cualquier restaurante japonés, son algo más, ya que también tienen lo que se podría denominar tapas de autor, en algunos casos fusionando la cocina nipona con la autóctona, o en otros casos directamente especialidades locales, como por ejemplo el pan de coca con tomate, del que pedimos una ración, aunque no haya foto que lo atestigüe.

Para empezar y a modo de aperitivo llegaron las sardinas ahumadas, muy bien condimentadas, y tan ricas que supieron a poco.

Seguimos con la ensalada de vieiras, también nos gustó.

Para continuar tomamos las gyozas de pollo y verduras, y que, si habéis leído alguna vez este blog, sabréis que nos gustan hasta las menos buenas, pero no era el caso de éstas, de muy buen nivel.

Como recomendación expresa de nuestros amigos, pedimos los niguiris de anguila y foie, otro platazo, porque si ya nos gustan los niguiris de anguila, al añadirles un buen trozo de foie a la plancha no pueden sino mejorar. Golosos, muy golosos.

Nuevo éxito con el tartar de pez mantequilla, servido sobre una base de arroz de sushi. Fantástico.

Más terrenales y bastante menos japoneses fueron los chipirones en tempura, en una buena fritura pero que seguramente, dado el altísimo nivel de los platos degustados hasta entonces, salieron perjudicados y hubieran brillado más si nos hubieran llegado más al principio de la comida.

No podían faltar en un ágape nuestro en un restaurante japonés los imprescindibles yakisoba, en este caso de langostinos, en una muy buena versión, pero menos impactante que muchos de los platos anteriores.

Para terminar pedimos el hummus negro con langostinos y chipirones, del que no tengo un gran recuerdo grabado en la memoria, ni para bien ni para mal, por lo que deduzco que fue más normalito.

Repasando la cuenta veo que pedimos de postres unos helados y una maceta de chocolates (que no recuerdo que es lo que era), y nos bebimos dos botellas de un vino blanco del Penedés, un agua y terminamos con cafés y tés.

Todo un festín que nos dimos en gran compañía y que, dado el alto precio de algunos de los platos, como por ejemplo los niguiris de foie y anguila a 4,70€ la unidad, consiguieron elevar la cuenta a casi 36€ por cabeza, pero es que nos pusimos las botas, y como ya he comentado, los platos y los productos rayaron a gran nivel y eso hay que pagarlo. Además nos sentimos estupendamente tratados, aunque siempre ayuda ir con un encanto de niña al que todo el mundo hace carantoñas.


La Tapadera
https://www.latapaderasitges.com
c/ Parellades 70, bajos
08870 Sitges
931585600
de miércoles a viernes de 19 a 23:30 h, y sábado y domingo de 13 a 23:30 h

viernes, 15 de febrero de 2019

Can Cargol (2019)


Recupero del olvido este post a medio escribir desde hace más de un año, por lo que los comentarios serán breves, que la memoria ya no da para lo que daba.

Can Cargol es un restaurante clásico como el que más, basado en los caracoles y la brasa, aunque no se limitan sólo a eso y la carta es apta para todos los públicos. Está medio escondido entre la selvática oferta de la floristería Navarro, ya que está justo al lado y hasta se puede pasar por alto su entrada entre las estanterías llenas de flores que lo circundan. Es un local bastante más grande de lo que podría parecer al ver su entrada, decorado de forma tradicional, como la base de su oferta.

Empezamos con la tempura de morcilla de burgos con manzana, en la que personalmente, me sobraba la tempura y la manzana porque soy un entusiasta de la morcilla, pero a mi pareja le encantó esta versión.

Nuestro segundo entrante fue el queso a la brasa con tomates secos a la provenzal, en una especie de provoleta (igual hasta era provolone), sencillo y resultón.

 Como plato principal, yo dudaba entre pedir el meloso de ternera al vino tinto o el rabo de ternera con judías de Santa Pau, pero mis dudas se disiparon al milisegundo de consultar con el encargado que, taxativa y hasta imperativamente, me aconsejó la segunda opción. Se trataba de un estupendo guisote perfectamente acompañado por las pequeñas y deliciosas judías, en una ración bastante abundante y que me costó trabajo terminar.

Mi pareja fue a lo suyo y pidió el pollo a la brasa, una preparación tradicional y sencilla, pero que le gustó mucho. A mí me pareció una ración un poco justa, pero ella, que no come tanto como yo, no le puso ninguna pega y se mostró más que satisfecha al terminar. 

No tengo foto, ni tan solo recuerdo de ello, pero en la cuenta veo que pedimos un helado de postre, y para beber tomamos una cerveza, una cocacola, un agua con gas y los habituales cafés con hielo.

Todo ello por poco más de 27€ por persona, que sin ser barato tampoco es que sea nada del otro mundo hoy en día. El servicio estuvo irregular, tanto porque nos atendieron varias personas, con diferente grado de conexión evidentemente, como hasta a veces con la sensación que la misma persona podía estar encantadora en un instante, y al rato parecer distante, tal vez por dinámicas internas al personal, que en ningún caso resultó inadecuado, tan sólo fue una sensación algo extraña.


Can Cargol
https://cancargolbarcelona.com/
c/ Valencia 324
08009 Barcelona
93 458 96 31 (mejor reservar)
de 13 a 16 h y de 20 a 24 h