sábado, 30 de marzo de 2019

Casa de Tapas Cañota (2019)


De nuevo se celebraba en Barcelona la ruta del bacalao patrocinada por la cerveza Inedit y, en esta ocasión, convivían la propuesta de menús completos con la opción de hacer sólo una tapa. En parte porque nos hemos mayores para ciertas cosas, y en parte por el agobio de esa época particular que vivíamos personalmente, decidimos ir únicamente a probar alguna de las tapas que nos hicieran más tilín.

Una de las que más llamó nuestra atención, tanto por la tapa en si, como por el local que hacía la propuesta, fue la tortilla de bacalao de la Casa de Tapas Cañota, restaurante al que no habíamos ido nunca, pero del que habíamos oído hablar maravillas. Así que, aprovechando un sábado que íbamos en coche por unas gestiones previas, nos desplazamos a la parte alta del Paralelo hasta el hermano menos rico (decir pobre me parece del todo inadecuado) del grupo Iglesias, del que forma parte junto a los más reconocidos (y más caros) Rías de Galicia y Espai Kru.

En un principio sólo pensábamos tomar la tapa y luego buscar algún otro sitio para cenar, por lo que, dado que estaba poco menos que desierta, nos sentamos en su terraza a degustarla tranquilamente a pesar que no era aún tiempo de terrazas. Mientras esperábamos nos dio por mirar su carta y tras la pertinente consulta al amable personal, nos apuntamos a la lista de espera para entrar a cenar dentro del local, ya que el tiempo cada vez acompañaba menos.

La tapa era una estupenda tortilla de bacalao, de buen tamaño para tratarse teóricamente sólo de una tapa, muy jugosa y realmente sabrosa, ¡de diez!

Al poco tiempo de terminar la tapa, nos dijeron que ya teníamos mesa en el interior, y para allá que nos fuimos. Tras unas dudas iniciales al hacer la comanda, empezamos con una estupenda ensaladilla rusa, de gran nivel, una de las mejores que hemos probado fuera de casa.

Seguimos con sus patatas bravas, que no son fritas sino al horno, y con unas salsas muy conseguidas.

Nos dio un antojo y pedimos 4 zamburiñas a la plancha, muy ricas, pero es que desde que descubrimos este molusco nos hemos vuelto adictos a él.

Siguiendo en el apartado moluscos, pedimos esta cazuela de mejillones, más terrenal pero también nos gustaron mucho. 

Y para terminar la parte salada, pedimos los muslitos de codorniz en escabeche. En la carta vienen anunciados como sabrosos, diminutos y adictivos, y aunque no llegaría a aceptar la última calificación, sí que estaban muy buenos, en un interesante escabeche.

Como postres pedimos el llamado gran flan de huevo, que se supone que es para dos personas dado su tamaño, mayor de lo habitual. Sencillo y más que cumplidor.

Además de las Inedit que venían con la tapa del principio pedimos una cocacola y un par de copas de cerveza, más nuestros habituales cafés con hielo para terminar, lo que supuso que la cuenta ascendiese a 37€ exactos por persona, más la propina. Comimos mucho y muy bien, ya que al final, y contando las 2 tapas del inicio, dimos cuenta de 7 tapas o platillos entre dos personas, que no está mal, y todo estuvo a un nivel alto o altísimo.
A destacar el robo a mano a armada que me parece lo del pan con tomate, algo tristemente muy habitual en esta ciudad nuestra últimamente, y es que nos cobraron 1,80€ por cada media llesca de pan de pagés tostado, que venía acompañado por unos tomates, magníficos eso sí, para que los untásemos nosotros mismos.

Como conclusión, es un muy buen sitio para ir a tomar tapas, sencillas o no, que también tienen cosas más creativas en la carta, realmente bien elaboradas y con muy buenas materias primas, pero evidentemente eso tiene un reflejo en la cuenta final, y ya es cuestión de cada uno decidir si le vale la pena o no. 
La verdad es que la mayoría del público que había la noche en cuestión tenía pinta de turista, y creo que es el principal consumidor de este tipo de sitios, a los que no meterías ni con calzador en la tasca cutre de tu barrio donde hacen más o menos lo mismo por menos de la mitad de dinero, pero eso sí, con ni una pizca del glamour y, porque no decirlo, con también una fracción de la limpieza que hay en esta casa de tapas venida a más. Uno sitio para llevar a tus parientes o amigos venidos de fuera para enseñarles lo que son las tapas españolas y encima quedar muy bien.

Casa de Tapes Cañota
https://casadetapas.com/
c/ Lleida 4
08004 Barcelona
933 25 91 71
de 13 a 16 h y de 19:30 a 24 h, domingo noche y lunes cerrado

sábado, 2 de marzo de 2019

La Tapadera (Sitges) (2019)


Comida para 4 adultos y una niña de poco más de 2 años, que lo probó casi todo.

Les hicimos una visita a nuestros amigos de Sitges, y cuando llegó la hora de comer nos llevaron a un restaurante japonés situado en los bajos del Nieuw Amsterdam, un local habitual en nuestras rutas de tapas por la población, que además nos ha acogido en otras muchas ocasiones, incluidas no pocas sobremesas alcohólicas tras nuestros periplos ruteros.

Creo que nuestros amigos nos comentaron que comparten propiedad con el local del piso superior, y aunque hay platos tradicionales de cualquier restaurante japonés, son algo más, ya que también tienen lo que se podría denominar tapas de autor, en algunos casos fusionando la cocina nipona con la autóctona, o en otros casos directamente especialidades locales, como por ejemplo el pan de coca con tomate, del que pedimos una ración, aunque no haya foto que lo atestigüe.

Para empezar y a modo de aperitivo llegaron las sardinas ahumadas, muy bien condimentadas, y tan ricas que supieron a poco.

Seguimos con la ensalada de vieiras, también nos gustó.

Para continuar tomamos las gyozas de pollo y verduras, y que, si habéis leído alguna vez este blog, sabréis que nos gustan hasta las menos buenas, pero no era el caso de éstas, de muy buen nivel.

Como recomendación expresa de nuestros amigos, pedimos los niguiris de anguila y foie, otro platazo, porque si ya nos gustan los niguiris de anguila, al añadirles un buen trozo de foie a la plancha no pueden sino mejorar. Golosos, muy golosos.

Nuevo éxito con el tartar de pez mantequilla, servido sobre una base de arroz de sushi. Fantástico.

Más terrenales y bastante menos japoneses fueron los chipirones en tempura, en una buena fritura pero que seguramente, dado el altísimo nivel de los platos degustados hasta entonces, salieron perjudicados y hubieran brillado más si nos hubieran llegado más al principio de la comida.

No podían faltar en un ágape nuestro en un restaurante japonés los imprescindibles yakisoba, en este caso de langostinos, en una muy buena versión, pero menos impactante que muchos de los platos anteriores.

Para terminar pedimos el hummus negro con langostinos y chipirones, del que no tengo un gran recuerdo grabado en la memoria, ni para bien ni para mal, por lo que deduzco que fue más normalito.

Repasando la cuenta veo que pedimos de postres unos helados y una maceta de chocolates (que no recuerdo que es lo que era), y nos bebimos dos botellas de un vino blanco del Penedés, un agua y terminamos con cafés y tés.

Todo un festín que nos dimos en gran compañía y que, dado el alto precio de algunos de los platos, como por ejemplo los niguiris de foie y anguila a 4,70€ la unidad, consiguieron elevar la cuenta a casi 36€ por cabeza, pero es que nos pusimos las botas, y como ya he comentado, los platos y los productos rayaron a gran nivel y eso hay que pagarlo. Además nos sentimos estupendamente tratados, aunque siempre ayuda ir con un encanto de niña al que todo el mundo hace carantoñas.


La Tapadera
https://www.latapaderasitges.com
c/ Parellades 70, bajos
08870 Sitges
931585600
de miércoles a viernes de 19 a 23:30 h, y sábado y domingo de 13 a 23:30 h