domingo, 25 de mayo de 2014

Can Kenji (2014)



 Revisando un poco el blog veo que éste es el restaurante sobre el que más he publicado, aunque no sea el que más hemos visitado. Debe ser que nos cuesta tanto conseguir mesa en él, ya que casi siempre está lleno y requiere reservar con cierto tiempo de antelación, que nos parece una fiesta cada vez que podemos disfrutar de su cocina, japonesa con influencias catalanas, a precios bastante ajustados.
 Creo que todas y cada una de las veces que hemos venido hemos pedido los fideos udon salteados con sepia y almejas, el sustituto de nuestros clásicos yakisoba, unos fideos gruesos con los citados secundarios, y un sabroso caldillo en el fondo. 

 Este plato tampoco era la primera vez que lo pedíamos y es que la carta es bastante inmóvil y no suele presentar grandes novedades (no me quejo, sólo lo constato) y como nos gusta lo que nos gusta, la cabra acaba tirando al monte y terminamos comiendo más o menos lo mismo. Se trata de la ensalada de tartar de jurel con vinagreta de miso blanco, en el que el mencionado pescado crudo está bueno pero el aliño de la ensalada es simplemente espectacular.

 Tienen una hoja añadida a la carta en la que están las sugerencias del día aunque también suele ser bastante parecidas de una ocasión a otra, o sea que las deben cambiar poco. En este caso aprovechamos la presencia de unos makis de toro (ventresca de atún) sencillamente fantásticos, con una ventresca de calidad suprema, que se fundía en la boca como si fuera mantequilla.

 El siguiente plato era una tempura de verduras no recuerdo con qué más, supongo que calamar, presentada en unos montones apelotonados que hacen complicada su ingesta con palillos y que nosotros resolvemos desmenuzándolos con la ayuda de los dedos, que no será muy ortodoxo pero es práctico. 

 Y como hacía tiempo que no veníamos terminamos con otro clásico de la casa, el rape a la plancha con xiitake y verduras con salsa ponzu, en la que ésta última, la salsa quiero decir, estaba algo más sosa de lo que la recordábamos, resultando algo más pobre de lo que nuestra memoria, siempre caprichosa, nos decía que era la norma habitual. En todo caso, buen producto y buena cocción, tanto del pescado como de las verduras.

 Como no sirven claras nos las hicimos nosotros, pidiendo un par de cervezas y un refresco de limón. Todo eso para pagar poco más de 22 euros por cabeza por una agradable comida dominical, un coste casi diría que reducido para lo bien que comimos, pero el hecho de no tomar postres ni café, junto a que para beber no tomamos vino, que siempre eleva la suma final, resultó en una minuta de lo más comedido.
 En resumen, uno de nuestros restaurantes japoneses preferidos de la ciudad al que no venimos tanto como nos gustaría, en gran medida por la enorme y merecida fama de la que gozan.

Can Kenji
http://www.cankenji.com/
C/ Rosselló, 325
08037 Barcelona
934 76 18 23 (casi obligatorio reservar)
Lunes-Domingo 13:00-15:30 y 20:30-23:00

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