sábado, 5 de diciembre de 2015

Bertso Taberna (2015)

 En el local de la lastimosamente desaparecida, y grandemente añorada por nosotros, Vinatería de Verdi (aquí se puede ver una de nuestras primeras visitas), a la que solíamos acudir para celebrar cumpleaños y darnos los consecuentes homenajes disfrutando de su cocina, sencilla que no simple y siempre muy sabrosa, se ha aposentado la "Bertso Taberna" tras un cambio de ubicación desde el cercano Torrent de les Flors. El cambio no ha sido demasiado drástico puesto que de un restaurante navarro hemos pasado a uno vasco y la verdad es que tampoco han hecho demasiadas modificaciones en la decoración más allá de un lavado de cara general y diría que hasta necesario. 
 Dado que escribo estas líneas meses después de nuestra visita y que la mayoría de platos no requiere de grandes explicaciones fuera de su enunciado y su foto, limitaré mis comentarios a lo estrictamente necesario.

 Como es habitual cuando se acercan las fiestas navideñas, a mi compañera le gusta que se note y por ello suele comprar un detalle para todos nuestros amigos que además sirva para decorar la mesa.

 Como era la primera vez que íbamos y no conocíamos su oferta más allá de alguna cosa leída en su Facebook, tal como nos trajeron las cartas preguntamos por la existencia de algún tipo de menú de grupos, y nos ofrecieron uno que incluía varios entrantes y chuletón como plato fuerte por 30 euros por persona, incluida la bebida, así que nos decantamos por él enseguida, por su competitividad y porque así no teníamos que pensar más.
 Los cambios respecto a la etapa anterior se nos antojaron los mínimos cuando vimos que nos servían el vino de siempre, un tinto navarro que cumple más que adecuadamente.

 Lo primero que llegó fue la chistorra, y la muestra de que había hambre es que llegué a  hacer la foto en el último momento.

 Luego llegó una sencilla pero gustosa ensalada de tomate, lechuga y cebolla, bien aliñada.

 La intensidad subió de nivel con los pimientos del piquillo rellenos de carne (creo recordar que era de rabo de toro).

 Seguimos con la tortilla de patata, de pequeño tamaño y recién hecha.

 También muy clásicas las croquetas de bacalao, muy buenas.

 Y continuamos con la que se ve que es una de las especialidades de la casa, los champiñones Bertso, un pincho de champiñones con una sabrosa salsa por encima.


 Y terminamos los entrantes con unos buenos trozos de morcilla de verduras acompañada de compota de manzana. Nosotros somos más partidarios de la morcilla de arroz pero no le hacemos ascos a ésta tampoco.

 Y por fin llegamos al plato fuerte con un par de chuletones a repartir, con su guarnición de piquillos. Comentar que en las entregas anteriores siempre nos habían servido 3 platos de cada para los diez comensales que conformábamos la mesa (salvo evidentemente las que sirvieron por unidades), por lo que nos chocó un poco que sólo nos pusieran dos.

 Al principio ya habíamos avisado que una persona no comía carne por lo que muy amablemente le trajeron este fabuloso tronco de merluza, de casi cuatro dedos de alto.

 Como el cumpleaños que se celebraba era el de la pastelera del grupo tampoco era cuestión de hacerle trabajar en su día y se tuvo que conformar con soplar las velas de un pastel de compra.

 Eso sí, las velas eran personalizadas para la ocasión.

 Al final, tras tomar los típicos cafés, pagamos unos 34 euros por persona porque a última hora se pidió un chuletón extra que hizo aumentar la factura por encima de lo presupuestado inicialmente. En resumen se trata de un restaurante sencillo de cocina vasca, que siempre implica un buen producto y unas elaboraciones sin complicaciones, que buscan no enmascarar ese buen producto.

Bertso Taberna
https://www.facebook.com/bertsotaberna/
Carrer de Verdi, 138
08012 Barcelona
671544719 / 935177258

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