sábado, 6 de junio de 2020

L'Artesana Poblenou (2020)


Con media docena de borradores por redactar o pulir y que, en algún caso, llevan en el baúl de los olvidos más de un año, se me ocurre publicar este post casi diría de actualidad, adelantando al resto por la derecha y sin intermitentes. Supongo que en un futuro más o menos cercano, verán la luz esas otras crónicas, pero vista mi poca (o nula) regularidad en publicarlas, no prometo nada.

En plena pandemia y recién estrenada la fase no-sé-cuántos, con la posibilidad por fin de acudir a restaurantes, aunque únicamente fuese en terrazas al aire libre, aprovechamos la cercanía de este local al domicilio de mi pareja para desconfinarnos, aunque sólo fuese un poquito. 

Aparte de verlo en nuestros paseos por el barrio, había leído maravillas de este pequeño restaurante del Poblenou en el blog de Philippe Regol entre otros, con la garantía de calidad que siempre aporta. Así que, tras un intento infructuoso en la noche del viernes, nos dijeron que nos dejáramos caer la noche siguiente y mirarían de hacernos un hueco, como así fue. 

Además de las limitaciones físicas que ha traído el coronavirus, creo que ya era costumbre de la casa no tener carta en papel, sino una pizarra con los platos disponibles ese día, que van dejando en las mesas para que cada uno haga su pedido. Esa noche tuvimos la suerte y la alegría, de tener como vecinos en la mesa de al lado, a un compañero de trabajo y su pareja, fieles clientes del lugar y que también me había hablado siempre muy bien de él. Con su ayuda hicimos nuestro pedido entre la atractiva variedad de platillos de su, llamémosle, carta.

No vimos carta de vinos porque el camarero que nos atendió, y que leyendo a Regol diría que es uno de los socios, escuchó nuestras preferencias y nos trajo esta botella de vino blanco del Maresme (y de la D.O. Alella) que, como digo casi siempre, cumplió más que adecuadamente, pero es que no somos grandes amantes de los vinos.

Empezamos con los boquerones marinados, entre otras cosas que no supe reconocer, con soja y cebolleta, fusionando un aperitivo clásico de aquí con un toque oriental muy interesante. Muy buenos.

El pan con tomate que trajeron para acompañar los boquerones y con la que dimos buena cuenta del jugo que quedaba en el plato.

Mi pareja no es demasiado amante de los puerros y dudó bastante antes de acceder a pedir este plato en el que la verdura protagonista venía sensacionalmente acompañada por avellanas y mostaza, en un conjunto que hizo nuestras delicias, incluso las de mi reticente acompañante.

En todas las reseñas y críticas que había leído por internet, mencionaban y alababan este plato que creo que tienen desde los inicios del restaurante, el rosti de patata, bacalao y yema de huevo. En la parte superior de la foto se ve la yema, rota tras mi torpe intento de centrarla para la foto, con los penosos resultados que se ven. Y por lo que hace al plato cumple con creces con las elevadas expectativas que crea la blogosfera, más que bueno, requetebuenísimo. Oculta bajo la crujiente teja de patata se encuentra una magnífica brandada de bacalao (increíblemente sabrosa) y, tras mezclar todos los componentes como nos recomendaron, se convierte en un platazo. Fama merecida.

Seguimos con el secreto ibérico con cebollas, con la tierna y gustosa carne bien secundada por el vegetal, nos gustó mucho.

Y terminamos la parte salada con estos callos con garbanzos, otro plato estupendo, con una salsa de esas que hace que se peguen los labios al disfrutarla, con un más que agradable punto picante, conformando uno de los mejores platos de callos que hemos podido probar en los últimos tiempos.

Como único postre pedimos la torrija, que vino acompañada por una quenelle de chocolate, entre la mousse y el helado, que sirvió de magnífico colofón a nuestra cena.

Todo eso y nuestro sempiterno par de cafés con hielo, hizo subir la cuenta a unos 36€ por persona, que dimos por muy bien gastados dado lo bien que comimos y lo mejor que estuvimos atendidos, por un personal de lo más cercano y atento, y con unos platos de gran nivel. Seguro que nos vuelven a ver en no mucho tiempo ya que salimos muy contentos y diría que hasta entusiasmados, ya que se trata de un muy buen restaurante en un barrio últimamente maltratado por los locales atrapa-turistas que solían poblar su rambla en los tiempos pre-COVID.


L'Artesana Poblenou
https://l-artesana-poblenou.negocio.site/
c/ Sant Joan de Malta, 148
08018 Barcelona
Tlf.: 930 02 20 39 (imprescindible reservar por las noches)
de martes a sábado de 10 a 16h y de jueves a sábado de 20:30 a 23 h.

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