sábado, 14 de abril de 2012

CentOnze (2012)

 Traído desde Flickr
 

Aprovechando la Barcelona Restaurant Week, en la que unos 40 locales de nuestra ciudad ofrecen un menú a 25 € más Iva y más la bebida, nos acercamos a este restaurante de hotel en la esquina de la Rambla con Pintor Fortuny. Un local amplio y bonito y un servicio joven y bastante ágil salvo por un tan largo como inexplicable intervalo entre el segundo plato y el postre que le quitó algunos puntos. No era nuestra primera opción (ni la tercera), pero eso de despertar a última hora e intentar reservar el mismo día tiene estas cosas. Por lo que respecta a la comida, estuvo buena pero sin llegar a emocionar y, eso sí, algo escasa. 
Al llegar a la mesa nos espera este plato personalizado con el nombre del restaurante en varios idiomas, sin mantel y con camino de mesa, sencillo.


Dos botellas de aceite de olivas variedad arbequina (hubiera sido mejor de variedades distintas) y un salero megapijoguay, que contenía flor de sal con polvo de higos secos que le daba un color y un sabor muy especial.


Curiosa y artística etiqueta la de este Idoia, un vino de la bodega Can Estruc de la D.O Catalunya. La verdad es que lo elegimos porque era uno de los pocos que no pasaba de los 20 euros (17,70) en una carta de vinos de precios bastante elevados, pero cumplió bastante bien.


Para abrir boca, muy poca ya que era diminuto, nos ofrecieron este buñuelo de salmón que supo a poco. También nos trajeron unas terrinas con olivada y unos panecillos bastante pequeños, que, eso sí, reponían a voluntad. Eso más los aceites de antes consiguieron aplacar el hambre por el momento.


Uno de los primeros que se podía elegir era este salteado de alcachofas con mini habitas y ajos tiernos, aunque el mayor volumen lo ocupaba la ensalada de hojas variadas. Bien.


El otro entrante del menú era un tartar de salmón marinado con aguacate y salsa de yogurt, también completado con un importante bouquet de ensalada, que casi no permitía ver el yogurt ni el salmón. Lo probé y estaba bueno.


El plato principal de carne era un magret de pato con sushi de arroz rebozado y salsa hoisin. Una versión occidentalizada del pato Pekin, un clásico de la cocina china, hasta había cebolleta cortada en juliana, sólo faltaban las crepes o tortitas para hacer los rollitos. No sé que tiene esa salsa pero es adictiva. Obviable el sushi de arroz (¿además no es redundante el mismo nombre?).


El plato de pescado lo conformaban este filete de lubina a la plancha con fideuá y allioli suave. Aunque como se ve en la foto era más al revés, fideuá con filete de lubina, y el allioli era cualquier cosa menos suave, pero ya nos pareció bien.

 
De postre se podía optar por la crema catalana que anunciaban con barquillos, aunque a éstos no se les vio por allí. Por lo menos la crema estaba muy bien.

La otra posibilidad era la copa de frutos rojos con mascarpone y helado de vainilla. No recuerdo el helado y los frutos rojos eran fresas, salvo por los dos arándanos que coronan el conjunto, pero aún así estaba muy buena. Unas fresas con nata modernas.


Como ya he dicho no era, ni mucho menos, una de nuestras primeras opciones a la hora de aprovechar la campaña de la Barcelona Restaurant Week, pero fue lo que pudimos encontrar a última hora y para cinco personas. No estuvo mal pero tampoco bien, y eso supone perder una de estas escasas ocasiones que son ideales para descubrir sitios nuevos o, dado el precio cerrado del menú, para conocer sitios muy buenos que no normalmente no te puedes permitir por lo que en conjunto supuso una pequeña decepción, ya que este CentOnze es el restaurante de un hotel caro en plenas Ramblas de Barcelona, me da a mi que muy encarado a la caza del turista con posibles. El sitio es bonito y se come bien (sin más), pero hay detalles que escarnian, como que te cobren las botellas de agua de medio litro a 3,47 euros más IVA, unos estupendos 3,75 €, que en mi humilde opinión bien podría tipicarse como delito.

CentOnze
www.lemeridienbarcelona.es/es/centonze
Las Ramblas 111
08002 Barcelona
93 318 62 00
Lunes a Domingo de 12:30h a 23:00h

miércoles, 4 de abril de 2012

Can Kenji (2012)

Traído desde Flickr
Tras algunos intentos fallidos por fin pudimos disfrutar de la cocina de Can Kenji, un restaurante dirigido por un japonés que ya lleva bastante tiempo aquí, de ahí el nombre, una especie de fusión japonesa-catalana. Y así es también su cocina, ya que reformula los platos japoneses más tradicionales dandoles un toque más de aquí, con ejemplos como los tatakis, tanto el de bonito con salmorejo como el de atún con guacamole. Todo un acierto que permite también acercarse a los no iniciados en los placeres de la comida japonesa.

-Tataki de bonito con salmorejo. Unos trozos casi crudos por completo del citado animalejo, y al que dada su habitual y escasa potencia gustativa, le hacía un gran favor al acompañarle un fabuloso salmorejo, así como también fenomenal le iba el toque crocante que  aportaban la cebolla y la zanahoria crudas, y unas chips de ajo algo fuertecillas, vamos que picaban lo suyo.

-Fideos Udon salteados con sepia y almejas. Unos fideos gruesos acompañados por las almejas  y unas tiras de sepia, similares en forma a los fideos. ¡Adictivo el caldillo del fondo del plato!

-Tempura de sardinas con puré de berenjenas. Unas muy buenas sardinas abiertas, desespinadas y rebozadas, que reposaban sobre el puré de berenjenas y a las que acompañaba un bouquet de ensalada, todo aliñado por una salsa de miso y anchoas. Aún estando bien tal vez fue lo más flojo de la noche, no tanto por los diferentes componentes del plato sino por su falta de conjunción.

-Rape a la plancha con shitake y verduras al wok con salsa cítrica ponzu. Muy sencillo y muy bueno, unos trozos de rape en su punto de cocción a los que acompañaban unas setas y verduras cortadas en tiras muy finas y salteadas lo justo, casi al dente y con una salsa ponzu estupenda.


-Pastel de sushi con caballa y con langostinos. Aún no habia probado esta variedad de sushi llamada oshizushi, y que aqui han traducido como pastel de sushi aunque también podéis encontralo como sushi prensado. Se hace en una caja de madera y luego se prensa y se corta en porciones, de ahí su forma rectangular. Aviso que en medio lleva un poco de gengibre encurtido (gari) que puede resultar desagradable a los que no os guste.

-Té verde. Me hizo gracia tomar un té para bajar la cena y me trajeron esta bonita y pesada tetera que conservaba muy caliente dicha bebida, por otra parte muy abundante, tanto es así que lo dejé en la tercera taza cuando aún quedaba.

Una vez más nos pasamos pidiendo comida y podíamos haber pasado con algún plato menos, pero la verdad es que estaba todo delicioso y acabamos hasta con el último grano de arroz. Con dos cervezas Sapporo, una lata de fanta y un agua con gas nos salió por unos 27 euros por persona, que no está nada mal dada la cantidad y la calidad de la pitanza. Otro sitio al que volveré a probar más cosas como las setas rellenas, el onigiri de risotto o el teriyaki de salmón.
Can Kenji
http://www.cankenji.com/
C/ Rosselló, 325
08037 Barcelona
934 76 18 23 (mucho mejor reservar)
Lunes-Domingo 13:30-15:30 y 20:30-23:00